Soy bastante fan de Tiger. Hace 107 semanas pensaba que eran suecos y resulta que son daneses. Pero comparten con una famosa tienda de muebles escandinava lo de hacer que sus clientes recorran la tienda entera como parte de la experiencia de compra.
El otro día vi un divertido (y quizá fructífero) ejemplo de una práctica que solemos meter en el cajón desastre del social commerce. En este caso el hecho de que la gente solemos llevar siempre el móvil encima. La idea es sencilla. La música del hilo musical suele ser diferente a otras, como sabrán los que suelan pasearse por estas tiendas. El otro día vi que tenían un póster en el que ofrecían la posibilidad de escanear un QR para saber qué musica sonaba. Hasta ahí, curioso. Experiencia diferencial y poco más. Pero es que unos pasos más adelante, ahí tenían perfectamente dispuestos los CD´s con la música que sonaba. 🙂
Buena iniciativa y ejemplo de cómo integrar la experiencia de ¿social retail? (Más palabros…) o de cómo si no luchar contra el show-rooming, sí jugar con sus mismas armas.
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