Escrito originalmente en el blog de Domestika.
El incremento en todos los indicadores y cifras del comercio electrónico en España es constante: facturación, pedidos, compradores, empresas que venden online… Sin embargo, todavía sigue habiendo una zona de fricción. Fabricantes y productores con un canal distribución convencial que, en ocasiones, compite utilizando su medio online para la comercialización de dichos productos en competencia directa con el fabricante, quien a su vez, en ocasiones, utiliza una segunda marca para evitar una, por otro lado evidente, competencia entre canales.
En este escenario es la Comisión Europea quien ha venido a arrojar cierta dosis de orden mediante una serie de nuevas normas aprobadas para el sector de la distribución de bienes y servicios on-line, que modifican la normativa sobre competencia y entrarán en vigor en junio, con una fase de transición de un año.
En este nuevo escenario los productores y fabricantes seguirán pudiendo elegir, evidentemente, de qué forma desean realizar la distribución. Sin embargo, las clausulas firmadas con sus distribuidores no pueden contener cláusulas de fijación de precios u otras restricciones especialmente graves que limiten la competencia.
Estas nuevas regulan especificamente las ventas on-line y plantean que, una vez autorizados, los distribuidores son libres de vender a través de sus tiendas on-line de la misma manera que lo hacen en sus establecimientos o puntos de venta presenciales habituales. Los productores, por su parte, no podrán limitar las cantidades vendidas ni aplicar precios más elevados a los bienes o servicios en el ámbito on-line.
Los productores, por su lado, podrán elegir a los distribuidores en función de unos criterios de calidad para la presentación de sus productos con independencia de que lleven a cabo sus actividades de forma presencial u on-line. Asimismo podrán decidir vender únicamente a aquellos distribuidores que tengan una o más tiendas presenciales, de manera que los consumidores puedan acudir a ellas para ver, examinar o probar los productos comercializados.
Puedes consultar la nueva normativa en la web de la Comisión Europea (en inglés).
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