Publicado orginalmente en el blog de Domestika.
Con niveles de crecimiento en constante incremento, el comercio electrónico en España sigue en pleno periodo de expansión, a nivel global, si bien ciertos sectores están ya alcanzando tasas de crecimiento estables.
El pago online, la transacción, se ha convertido por causas obvias en una importante decisión a tomar a la hora de lanzar un E-Commerce. Se trata de la culminación, del punto crucial de la relación administrador/vendedor y usuario/cliente y ofrece muchas más posibilidades que en la transaccion offline.
Algunos medios de pago
- Con cupones prepago: U-Kash o Paysafecard: Su funcionamiento es muy sencillo. Se basan en crear un doble pago offline-online. Basta con acudir a un punto de venta: oficinas de correos, gasolineras, locutorios, adquirir un cupón por el importe deseado que contiene un código numérico e introducir este código en la web en la que queramos pagar. Son especialmente usados para webs de apuestas deportivas o casinos online, dado su caracter anónimo. Su incoveniente es que han de ser comprados con antelación.
- Mediante cuentas de usuario: Paypal. Se trata de una forma de transacción online que goza de gran popularidad, ya que es miembro del Grupo Ebay. El usuario ha de crear una cuenta en Paypal y asociar su tarjeta de crédito o cuenta bancaria y su dirección de correo. Desde entonces, en cualquier web que acepte Paypal como método de pago, le bastará con poner su dirección de e-mail para finalizar la transacción. Sus grandes ventajas son, su internacionalización es el método de pago, probablemente, aceptado en más webs y el hecho de no tener que ofrecer los datos bancarios salvo una única vez al registrarse en la web de Paypal. Su incoveniente, quizá, las comisiones por transacción para pequeños volúmenes de facturación.
- Mediante Móvil. Sirvan como ejemplos, Mobipay o Paybox. A la hora de realizar el pago, el cliente ve un código que identifica su pedido. Sólo ha marcar ese código en su móvil, recibirá un SMS con la información del pedido y deberá responder con el PIN de su tarjeta bancaria, finalizando así la compra.
- Mediante tarjeta bancaria. A través de la integración de un TPV o terminal de pago virtual. Un TPV es similar en su filosofía a un datáfono. El cliente utiliza su tarjeta para realizar el pago, que le hes cargado en su cuenta por la entidad emisora de su tarjeta y el vendedor recibe el dinero en su cuenta bancaria a cambio de una comisión por la transacción. La propiedad de un TPV es del Banco o Caja emisora pero, en principio, cualquier entidad bancaria, estará encantada de favorecer su integración a sus clientes.
El menguante miedo del consumidor
En la actualidad la popularación de las transacciones online, junto con la diversa oferta en medios de pago, está propiciando la superación del miedo escénico, del “cómo voy a dejar mis datos bancarios en manos de cualquier pirata informático” Este comportamiento está generando un proceso retrolamientado, cuanto más aumenta la confianza del consumidor, más aumenta el comercio electrónico y la misma popularización del comercio electrónico, contribuye a mejorar la confianza.
Pero, ¿qué seguridad se utiliza?
Para garantizar la seguridad en la transmisión de datos privados en Internet se utiliza un protocolo de seguridad, llamado SSL (Secure Sockets Layer). Esta forma de conectar la página web con el servidor donde se realizan los pagos tiene tres características principales, y es aceptado hoy en días, por cualquier navegador:
- Asegura la identidad del vendedor: puedes estar seguro que el sitio web que estás visitando es quién dice ser.
- Garantiza la integridad del mensaje: el mensaje recibido por el servidor (precio, pedido…) es integramente el enviado por el usuario, no puede ser modificado.
- Codifica los datos con un cifrado de hasta 128 bits. Lo que significa que un ordenador potente tardaría miles de años de operaciones matemáticas para lograr descifrar el mensaje original.
Sin embargo, todavía existe un último escollo que ha sido tenido en cuenta en los últimos tiempos: se trata del robo de tarjetas de crédito. Hasta hace poco, si alguien se hacía con nuestra tarjeta de crédito, podía comprar en Internet pues el sitio web verifica la identidad de la tarjeta no de su propietario. Para ello, se ha desarrollado el llamado Comercio Electrónico Seguro, se trata de un sistema compatible con el protocolo SSL que para finalizar una transacción pide una información – clave personal – que no está impresa en la tarjeta y que el dueño de la tarjeta ha debido comunicar a su entidad.
Así pues, los esfuerzos de desarrolladores y expertos en seguridad online proveen de garantías una transacción en la que no existe contacto físico entre vendedor y comprador (lo que por otro lado, tampoco garantiza la seguridad del pago). Las mejoras en seguridad en pagos online son una evolución constante del sector, y van muy por delante, en por ejemplo, la tecnología para la detección de billetes falsos. Gracias a la creciente confianza de los consumidores y al abaratamiento del alta y gestión de una tienda online para los vendedores, las cifras de comercio electrónico no tienen pinta de empeorar.
Han pasado casi 10 años de la publicación original de esta entrada, y la verdad es que el mundo del comercio, con la irrupción del comercio online y todo el sector de los TPV, Software TPV y demás, ha cambiado muchísimo.
Es cierto que algunos de ellos se utilizan mucho para tema de apuestas deportivas. Pero quizás sea simplemente porque, al igual que las apuestas deportivas, es algo innovador y que tiene muchos early-adopters que se aventuran a ello. Igual que posiblemente un señor de 50 años no sea el perfil típico de alguien que sigue a un tipster y hace apuestas deportivas a diario, no será seguramente quien adopte el uso de estos medios de pago.