Verano con niños, ¡diseño para niños!

 

Publicado originalmente en el blog de Territorio creativo.

“Un niño siempre puede enseñar tres cosas a un adulto: a ponerse contento sin motivo, a estar siempre ocupado con algo y a saber exigir con todas sus fuerzas aquéllo que desea” Paulo Coelho

Muchas veces, a la hora de pensar en cómo diseñar o de planificar un sitio web, una landing page u otro tipo de creatividad que persigue un objetivo, lo primero en lo que pensamos es en cómo hacerlo de forma sencilla, cómo aumentar la conversión o cuál va a ser el entorno de consumo de la información por parte de nuestros usuarios.

Dedicamos gran parte del proceso de planificación según enfoques comerciales o de marketing para favorecer la descarga, la transacción o la cesión de datos. Sin embargo, existe un grupo muy numeroso de usuarios (que además suponen el 100% de la audiencia en los sitios web dirigidos a ellos, a diferencia de otros sitios en los que las audiencias están más fragmentadas): los niños.

Si hay una máxima con la que todos solemos estar de acuerdo en Internet es la de la economía de la atención. Al navegar estamos expuestos a muchos estímulos y opciones simultáneos y es díficil que un determinado contenido capture nuestra atención. Este comportamiento que es, muchas veces, natural a los niños en su entorno “offline” no se traslada de forma tan acusada cuando navegan. Es por ello que existen una serie de aspectos o recomendaciones que podemos valorar a la hora de diseñar sitios o aplicaciones para niños.

– Utilicemos colores brillantes, figuras grandes  y demos profundidad de campo. Los niños están muy acostumbrados a obtener información de forma gráfica y visual. Además, la integración de vídeos como pausas a la navegción y ponerle voces a las acciones del ratón sobre los distintos elementos, puede ser también una buena idea. También se recomienda usar tamaños tipográficos más grandes.

Podemos usar referencias visuales y textos de ayuda. Los niños son más propensos a dedicar tiempo a leer instrucciones de uso, pues están acostumbrados a “tener que aprender”. Estos textos de ayuda, por supuesto, deberán ser redactados en tono sencillo y a modo de ejemplos.

Valoremos que los adultos llegan a un sitio web para “conseguir hacer algo” mientras que los niños navegan por diversión. Esto cambia completamente el enfoque. Los adultos “buscan” el contenido que les pueda resultar interesante, mientras que los niños disfrutan el contenido, navegando en su totalidad.

– Recordemos que los niños tienen menos facilidad motora. Esto hace que les resulte más complicado realizar acciones más complicadas en su uso de teclado, ratón u otros dispositivos de entrada de datos.

En definitiva, a la hora de diseñar para niños, hemos de replantearnos aspectos que damos por sabidos en general en diseño web generalista o “comercial” y pensar que este público está muy dispuesto a apreciar todo nuestro diseño en su totalidad, siempre y cuando tengamos en cuanto algunos pequeños detalles.

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